La buena salud del suelo pélvico es fundamental para nuestro bienestar. Este conjunto de músculos y tejidos se encargan de sostener los órganos pélvicos. Por ejemplo, la vejiga, el útero, el recto y la uretra. Tenerlo fuerte y en buenas condiciones resulta esencial para el control de la vejiga y los intestinos. También para la estabilidad de la pelvis y la función sexual. En las próximas líneas te contamos qué son las disfunciones del suelo pévico, las causas que las generan y cómo mejorarlas.
La importancia de un suelo pélvico saludable
Antes de profundizar en qué son las disfunciones del suelo pévico, conviene resaltar la importancia de mantener fuerte y sana esta área de nuestro cuerpo. Este grupo de músculos y tejidos juega un papel fundamental en varias funciones del cuerpo. Un suelo pélvico fuerte y funcional ayuda a prevenir la incontinencia urinaria y fecal, mejora la postura y proporciona soporte a los órganos pélvicos.
Además, un suelo pélvico bien ejercitado puede mejorar la experiencia sexual, ya que contribuye a la sensibilidad y la fuerza muscular. Los ejercicios de Kegel son una de las formas más efectivas de mantener el suelo pélvico en buena forma. Estos ejercicios consisten en contraer y relajar repetidamente los músculos del suelo pélvico, lo que puede ayudar a fortalecerlos y mejorar su función.
Otra excelente forma de ejercitar estos músculos es con la fisioterapia de suelo pélvico. En ella, el paciente realiza ejercicios específicos para fortalecer esta zona. En Clínica Cobián tenemos un completo equipo de especialistas, que pueden guiarte en esta práctica, obteniendo los mejores resultados.
Como complemento, ten en cuenta que es importante mantener un peso saludable. Además, evita levantar objetos pesados de manera incorrecta, pues esto puede incidir en que se debiliten estos músculos. A continuación te contamos qué son las disfunciones del suelo pévico, y los factores que las generan.
Causas de las disfunciones del suelo pélvico
Cuando hablamos de qué son las disfunciones del suelo pévico, nos encontramos con padecimientos tan molestos como la incontinencia, o los problemas de satisfacción sexual. Estas disfunciones se pueden generar por diferentes causas.
Una de las más comunes es el embarazo y el parto, ya que el aumento de peso y el esfuerzo del parto pueden debilitar los músculos del suelo pélvico. Asimismo, los cambios hormonales durante la menopausia pueden afectar la elasticidad y la fuerza de estos músculos.
Otros factores de riesgo incluyen la obesidad, el estreñimiento crónico, la tos persistente y los deportes de alto impacto. Estos pueden ejercer presión sobre el suelo pélvico. Sumado a ello, el proceso natural de envejecimiento también puede incidir en que estos músculos se debiliten con el paso de los años.
Síntomas y consecuencias de las disfunciones del suelo pélvico
Ahora que sabemos qué son las disfunciones del suelo pévico y sus principales causas, es importante saber cómo distinguirlas, y sus posibles efectos. Uno de los síntomas más recurrentes es la incontinencia urinaria o fecal. También puede presentarse un prolapso de órganos pélvicos. En éste, órganos como la vejiga, el útero o el recto se deslizan hacia la vagina. Esto causa una sensación de pesadez o bulto en la pelvis.
Dolor pélvico crónico, disfunción sexual y dificultades para vaciar la vejiga o los intestinos completamente son otros síntomas recurrentes de esta condición. Es importante señalar que, de no tratarse a tiempo, las consecuencias de estas disfunciones pueden ser graves.
Desde sufrir molestias significativas hasta afección de la vida sexual y el autoestima. Al saber qué son las disfunciones del suelo pévico y cómo se generan, tenemos las herramientas para prevenirlas y combatirlas. Nuestro equipo médico te acompañará en la implementación del tipo de tratamiento que mejores beneficios reporte a tu calidad de vida.